Trufa negra

La trufa negra o Tuber Melanosporum, está considerada como el diamante negro del sector agrario por su alto precio y las dificultades para su localización. En Sarrión la trufa negra se ha convertido en motor principal de su desarrollo. Este municipio, organiza cada mes de diciembre FITRUF, la Feria Internacional de la Trufa. Si quieres saber algo más sobre esta feria, visita www.fitruf.es

 

La Comarca de Gúdar Javalambre está considerada como la zona trufera más importante de España y Europa, con un reconocimiento internacional cada día mayor por la extraordinaria calidad y aroma de sus trufas.

Con cerca de 8.000 hectáreas de plantaciones, este territorio de 2.351 km2 y escasamente poblado (7.793 habitantes empadronados a 1 de enero de 2015 -3,31 hab/km2-), tiene en la truficultura un medio de vida para sus gentes, ya que la agricultura local, basada en el cereal de secano, ofrece unos pobrísimos datos de rendimiento, no superándose los 1.500 /kg/ha/año. Además desde el punto de vista ambiental, la truficultura favorece la reforestación con plantas autóctonas, ayuda a luchar contra el cambio climático, es una eficaz medida contra incendios, fomenta el aumento de la biodiversidad, es un cultivo ecológico ya que no utiliza pesticidas, tiene un consumo de agua muy reducido si se compara con otros cultivos agrícolas y compagina perfectamente con el turismo.

 

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¿Pero qué es la Trufa Negra de Sarrión? Las trufas son el fruto de un hongo que se desarrolla en asociación con las raíces de determinados árboles como el roble, la coscoja, la encina o el avellano. Para su correcto desarrollo debe criarse en terrenos de tierras calizas de zonas frías y suelos cuyo PH se halle entre 7 y 8.

La recolección de la trufa negra tiene lugar entre los meses de noviembre y marzo, siendo de vital importancia que previamente haya habido una buena temporada de lluvias.

Recoger trufas es un misterio hasta para los expertos. Se encuentran ocultas en el subsuelo, a unos 30 centímetros de la superficie. Antiguamente, se buscaban graciasl al olfato de cerdos. Hoy, han sido sustituidos por perros adiestrados. Un buen perro trufero no tiene precio.

Su uso en gastronomía es variadísimo. La trufa condimenta multitud de guisos, embutidos, quesos o se conserva en brandys. Se aprecia su exquisito aroma y sabor tomándola laminada en tostadas de pan con aceite de oliva. En los restaurantes de la zona la sirven rallada aromatizando unos huevos fritos.

 

Para mayor información visita la página web de la Asociación de Truficultores de Teruel www.trufadeteruel.com

 

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